domingo, 23 de marzo de 2008

El silencio eterno de esos espacios infinitos

Este domingo desperté bastante temprano, por lo que pude ver la repetición de la conversación de Cristián Warnken con el filósofo francés Jean-Luc Nancy en el programa Una Belleza Nueva. Conocía de la importancia de Nancy como uno de los filósofos vivos más influyentes de la actualidad, pero nunca había tenido la posibilidad de presenciar alguna conferencia o entrevista suya. Si tuviera que describir en una palabra la impresión que causó en mí, la mejor sería: asombro… sobre todo por la pasión y humildad con la cual expresaba sus pensamientos y conceptos. ¡No puedo esconder la alegría que me invade cada vez que me encuentro con una persona que todavía, en estos tiempos dominados por el nihilismo y la autocomplacencia, pueda transmitir tal pasión!


En la conversación, Nancy expone la fragilidad humana como un punto de partida fundamental para su pensamiento y, ante un comentario de Warnken, cita una frase de Pascal que hace bastante tiempo no escuchaba: "El silencio eterno de esos espacios infinitos, me espanta". Me detengo en esta frase por dos razones:
  1. La forma magistral con la cual Pascal transmite su angustia ante la inmensidad del universo, ante la ignorancia respecto al por qué estamos en este lugar y en este tiempo, todo lo cual nos remite a lo frágil que somos.
  2. Cada vez que leo esta frase, no puedo evitar pensar que frente a esta inmensidad, debiéramos trazar una ruta común, debiéramos trabajar en conjunto para construir un futuro común.
Esta es una frase que debieran tener a mano aquellos que, ya sea en Chile o en otros lugares del mundo, hacen y deshacen sin ninguna clase de miramientos. Aquellos que actúan teniendo como principal norte su propia conveniencia. Aquellos que en lugar de buscar el bien común, buscan el beneficio para unos pocos. Aquellos que en lugar de buscar consensos y grandes acuerdos, reman para su propio lado.

En lugar de proseguir con esta mirada egoísta, debiéramos detenernos por un instante y entender, de una vez por todas, lo frágil y pequeños que somos y que, dada esta realidad, debemos trabajar como un solo cuerpo tras la búsqueda de un futuro común y favorable para todos.

3 comentarios:

fernando reyes baños dijo...

Hola: Me impactó el comentario, breve y claro, que haces en este post acerca del filósofo Jean-Luc Nancy. Lo admito, antes de leerte no sabía quien era, pero tu forma de transmitir lo que sentiste al ver la entrevista que le hicieron fue suficiente para consultar rápidamente quién es y no quedarme con la duda. Me gustó mucho la frase en la que te detienes y la reflexión que haces en torno a ella. Si no hay inconveniente, me gustaría citarte, próximamente, en mi blog Periplos en red, dentro de una sección que dedicamos para publicar, semanalmente, pequeñas reflexiones, las cuales (después de una semana), pasan a formar parte de un post que recopila frases y pensamientos de distintos autores. Cuando gustes, sería un honor que nos visitaras y nos dieras tu opinión sobre lo que publicamos. Somos un grupo de profesores y estudiantes cuya finalidad en la red es difundir ideas y conocimiento. Muchas felicidades por tu blog (definitivamente, hacen falta más blogs como el tuyo en Internet). Lo seguiré de cerca a partir de ahora. ¡Saludos cordiales desde México!

Jaime Caiceo dijo...

Fernando:

Muchas gracias por tus palabras. Por supuesto que puedes tomar lo que escribí y citarlo en tu blog, de hecho, tal vez la finalidad última de escribir está en dar a conocer estos pensamientos a todos aquellos que pueden encontrar algo positivo en ello.

Empezaré a visitar tu blog... y no puedo dejar de celebrar este encuentro, ya que yo también soy profesor.

¡Saludos para ti también y felicitaciones por tu iniciativa!

fernando reyes baños dijo...

Jaime: ¡Muchas gracias por tus palabras! Creo que el apoyo entre docentes siempre será positivo, sobretodo, cuando gran parte de nuestra labor ocurre ante grupos en formación. Acabo de citar tu reflexión tal y como te lo comenté en mi mensaje anterior. Espero sea de tu agrado. ¡Saludos y mucho éxito!