Este domingo desperté bastante temprano, por lo que pude ver la repetición de la conversación de Cristián Warnken con el filósofo francés Jean-Luc Nancy en el programa
Una Belleza Nueva. Conocía de la importancia de Nancy como uno de los filósofos vivos más influyentes de la actualidad, pero nunca había tenido la posibilidad de presenciar alguna conferencia o entrevista suya. Si tuviera que describir en una palabra la impresión que causó en mí, la mejor sería:
asombro… sobre todo por la pasión y humildad con la cual expresaba sus pensamientos y conceptos. ¡No puedo esconder la alegría que me invade cada vez que me encuentro con una persona que todavía, en estos tiempos dominados por el nihilismo y la autocomplacencia, pueda transmitir tal pasión!
En la conversación, Nancy expone la fragilidad humana como un punto de partida fundamental para su pensamiento y, ante un comentario de Warnken, cita una frase de Pascal que hace bastante tiempo no escuchaba:
"El silencio eterno de esos espacios infinitos, me espanta". Me detengo en esta frase por dos razones:
- La forma magistral con la cual Pascal transmite su angustia ante la inmensidad del universo, ante la ignorancia respecto al por qué estamos en este lugar y en este tiempo, todo lo cual nos remite a lo frágil que somos.
- Cada vez que leo esta frase, no puedo evitar pensar que frente a esta inmensidad, debiéramos trazar una ruta común, debiéramos trabajar en conjunto para construir un futuro común.
Esta es una frase que debieran tener a mano aquellos que, ya sea en Chile o en otros lugares del mundo, hacen y deshacen sin ninguna clase de miramientos. Aquellos que actúan teniendo como principal norte su propia conveniencia. Aquellos que en lugar de buscar el bien común, buscan el beneficio para unos pocos. Aquellos que en lugar de buscar consensos y grandes acuerdos, reman para su propio lado.
En lugar de proseguir con esta mirada egoísta, debiéramos detenernos por un instante y entender, de una vez por todas, lo frágil y pequeños que somos y que, dada esta realidad, debemos trabajar como un solo cuerpo tras la búsqueda de un futuro común y favorable para todos.